Novedad Editorial Distribuna: Intoxicaciones en la práctica clínica, segunda edición
Uno de los lanzamientos más esperados de Editorial Distribuna durante el primer semestre de 2022 es el de la segunda edición del libro Intoxicaciones en la práctica clínica. Esta publicación reúne la experiencia de especialistas, residentes y estudiantes de diversas zonas del país que sumaron sus esfuerzos para lograr una guía práctica y confiable de las intoxicaciones más frecuentes en el ámbito nacional, basada en la experiencia clínica diaria y en la revisión exhaustiva de la literatura.
Adriana Zamora Suárez, editora del libro
La Dra. Adriana Zamora Suárez, editora de este libro, es toxicóloga clínica de la Universidad del Rosario y ha trabajado como docente en la Universidad del Rosario, la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS), la Universidad Surcolombiana y la Fundación Universitaria Navarra. Actualmente se desempeña como toxicóloga clínica en el Hospital Universitario Hernando Moncaleano y en la Clínica Uros en Neiva. Con ella hablamos para conocer algunos detalles de esta publicación y las razones que lo hacen un texto de consulta frecuente para diversas especialidades.
Medios Distribuna (M.D.): Dra. Zamora, ¿cuáles son las principales causas de intoxicaciones en Colombia?
Adriana Zamora Suárez (A.Z.S.): las intoxicaciones por pesticidas siguen siendo las más frecuentes, seguidas por las intoxicaciones por medicamentos y sustancias químicas como hidrocarburos y cáusticos.
Debemos tener en cuenta que, de acuerdo con la zona del país en donde nos encontremos, pueden predominar más algunas intoxicaciones que otras. Por ejemplo, en las ciudades capitales son más frecuentes las intoxicaciones por medicamentos mientras que en las zonas agrícolas se presentan más por pesticidas.
Algunas intoxicaciones particulares, aunque no ocupan siempre los primeros lugares, sí tienen un gran impacto en la salud, como ocurre, por ejemplo, con el accidente ofídico y por animales ponzoñosos. De hecho, el accidente ofídico es uno de los principales motivos de consulta en regiones como Chocó, Caquetá, Casanare, Putumayo, Arauca y Guaviare.
M.D.: ¿cuándo debemos sospechar de una intoxicación?
A.Z.S.: debemos sospechar de una intoxicación cuando el paciente presente un cuadro clínico de inicio súbito, con alteración del estado de consciencia o cambios en el comportamiento. Suele estar acompañado de otras manifestaciones como falla ventilatoria, alteraciones gastrointestinales, hemodinámicas y metabólicas.
También es importante que tengamos en cuenta los antecedentes del paciente. Datos como polifarmacia, intentos de suicidio previos, si utiliza en su trabajo sustancias químicas, si tiene o no patologías que puedan explicar su estado, entre otras condiciones.
Finalmente, otros detalles que pueden orientarnos pueden ser la presencia de aliento con olor extraño, quemaduras en la boca, piel o mucosas, pupilas mióticas o midriáticas, o historia que no concuerda con el examen físico.
M.D.: ¿están preparados nuestros sistemas de urgencias para manejar adecuadamente las intoxicaciones?
A.Z.S.: hemos mejorado mucho en los últimos años. En algunos programas de posgrado se encuentra la especialización en Toxicología, y los profesionales que se han formado están actualmente ubicados en varias instituciones alrededor del país participando activamente en la atención de estas emergencias, aunque se requiere todavía llegar al punto en el cual cada institución de tercer y cuarto nivel cuente con un toxicólogo. También se ha fortalecido la red de ayuda entre regiones gracias a la línea toxicológica, la cual opera con recursos del Ministerio de Salud y Protección Social y del Consejo Colombiano de Seguridad.
Sin embargo, creo que uno de los puntos en los que seguimos teniendo problemas es en la dificultad de realizar el análisis de toxicología por carencia de equipos y personal capacitado. Cada Departamento debería contar con un laboratorio especializado en estos análisis, pero, infortunadamente, en muchas partes escasamente se cuenta con los test rápidos para el análisis de orina.
También hay dificultad en la consecución de antídotos, y aunque no todas las intoxicaciones requieren de estos medicamentos, en algunas situaciones sí es vital poder utilizarlos y lastimosamente no contamos con varios de ellos.
Otra falencia es que en muchas universidades aún no se ha dado la importancia que requiere la cátedra de Toxicología. Esto genera que muchos de los profesionales de salud tengan escasos conocimientos sobre el adecuado abordaje terapéutico de estos pacientes y es urgente poder mejorar esto.
M.D.: Dra. Zamora, enfocándonos en su libro Intoxicaciones en la práctica clínica, recientemente publicado, cuéntenos cómo nació la idea de la segunda edición.
A.Z.S.: consideré que era necesaria la actualización de temas que ya habían sido tratados en la primera edición, teniendo en cuenta que esta salió para el público en el 2014. También quería incluir nuevos capítulos y unificar la forma de presentar la información.
Intoxicaciones en la práctica clínica
M.D.: ¿Cómo está estructurada la segunda edición del libro Intoxicaciones en la práctica clínica?, ¿Cuál es su metodología?
A.Z.S.: el libro está compuesto por nueve secciones que son: generalidades, plaguicidas, medicamentos, sustancias psicoactivas, alcoholes, animales ponzoñosos, metales pesados, gases y vapores y, finalmente, una sección miscelánea. Cada una de estas secciones cuenta con sus respectivas subdivisiones.
La estructura de los capítulos se unificó para que todos tuvieran la misma extensión y abordaran los puntos clave, que son: introducción, mecanismo de acción, manifestaciones clínicas, pruebas diagnósticas, diagnósticos diferenciales y tratamiento. Al final se presenta un caso clínico en el que se refuerzan muchos de los puntos abordados en la teoría para una mejor comprensión por parte del lector.
M.D.: ¿cuáles son las principales novedades que trae la segunda edición del libro Intoxicaciones en la práctica clínica?
A.Z.S.: son muchas. Primero, decidimos ampliar algunos temas como la sección de animales ponzoñosos, ya que en la primera edición se trataron los accidentes por varios de estos animales en un solo capítulo. En esta nueva edición dedicamos un capítulo a cada uno de los principales animales ponzoñosos, además de los ofidios. Estos son: himenópteros, escorpiones, arácnidos y Lonomia. Además, incluimos un capítulo sobre infecciones asociadas con mordeduras de serpiente.
En la sección de sustancias psicoactivas, además de ampliar y actualizar algunas que ya habíamos tratado en la primera edición, incluimos capítulos nuevos que son muy interesantes para el público por la alta frecuencia de consulta, como son tabaquismo, marihuana y bebidas energizantes. También ampliamos la sección de alcoholes e incluimos un capítulo sobre síndrome de abstinencia por alcohol etílico.
En la sección de medicamentos incluimos betabloqueadores, calcioantagonistas, antidiabéticos orales y digitálicos, teniendo en cuenta el aumento de casos y que los pacientes tienen mayor acceso a estos fármacos y pueden consumirlos en sobredosis, ya sea voluntaria o accidentalmente.
En cuanto al enfoque por sistemas, en la primera edición solo teníamos neurotoxicología. En la segunda edición incluimos, además, nefrotoxicidad, hepatotoxicidad, efectos en la piel y en el sistema endocrino.
Dos temas nuevos de los que estamos seguros van a ser muy llamativos son electrocardiograma (ECG) en toxicología y emulsión lipídica intravenosa. El primero, porque el ECG es una de las ayudas diagnósticas más utilizadas y que puede ayudar mucho en la monitorización del paciente intoxicado, y en cuanto al segundo tema, emulsión lipídica intravenosa, porque es una de las medidas que se ha venido desarrollando en los últimos años y que ha mostrado no solo utilidad en intoxicaciones por anestésicos locales, sino que su uso se ha extendido a otras intoxicaciones severas y ha reportado resultados positivos en situaciones donde otras terapias no lo han mostrado.
Por último, se consideró necesario incluir temas que, aunque no son tan de alta frecuencia, sí deben poderse encontrar en un texto de toxicología que pretende ser muy completo para el profesional que lo adquiere, como son las intoxicaciones por talio, pesticidas neonicotinoides y agentes de guerra.
M.D.: ¿cuáles son los principales aportes de esta publicación? ¿Por qué vale la pena adquirirla?
A.Z.S.: el principal aporte es que es un texto de toxicología muy completo, ya que se cubrieron el máximo de temas en forma clara y práctica y esto es lo que muchos de nosotros, los profesionales de la salud, buscamos cuando adquirimos un libro.
La segunda razón es porque logramos reunir un amplio equipo de profesionales, cada uno experto en su área, con lo cual pudimos enriquecer aún más cada capítulo. Este libro es fruto de un gran equipo interdisciplinario.